Hacía tiempo que quería un marco para poner fotos en la entrada de casa, pero nunca veía el momento... Además, no sabía por que tipo de tablero decidirme, si por uno un poco más rústico hecho con malla de gallinero o un tablón de esos con cintas entrecruzadas.
Finalmente me decanté por el de malla de gallinero, me parecen tan bonitos! Son frescos, sencillos y con un toque rústico precioso. Así que me puse manos a la obra.
Lo primero, ¿de dónde saco yo un marco de semejantes dimensiones? Porque lo necesitaba bien grande y alargado. Al principio pensé en construirlo yo, compro unos listones en Leroy Merlin y apañado, y allí que fui, pero al final salí sin nada, no me convencía porque no tenía sierra de calar y además pensé que se verían sosos.
Poco tiempo después resultó que había una feria del desembalaje en Zaragoza, y fui a ver si encontraba algún bonito marco antiguo al que lavarle la cara. Y haber había, pero qué precios! y además con forma rectangular, como lo quería no había mucha cosa.
Finalmente, me puse a buscar en Internet, y voila! En una página de estas que la gente vende antigüedades encontré mis marcos, si, si, "marcos" porque como no sabía por cuál decidirme me compré dos. "Los hago y a ver cuál me gusta mas, y el otro lo regalo", me dije...
Cuando llegaron me quedé muy aliviada al ver que efectivamente y tal como ponía en el anuncio, estaban libres de carcoma, pero estaban bastante desencolados, vamos que los tocabas por un lado y en vez de un rectángulo se convertían en un rombo, así que los encolé con ayuda de Carlos.
Una vez secos, los lijé un poquito y los pinté con pintura Chalk paint. El que os enseño aquí está pintado con el auténtico Chalk paint, que en Zaragoza podéis comprar en
Lalo's Recycling and Craft .
Me decidí por un tono amarillo (amarillo tostado), aunque en estas fotos no se aprecia muy bien, tiene un tono algo apagado, después para la parte de afuera pinté primero con un azul precioso (náutico), y encima de este azul puse el colo lino. Una vez secas las capas, pasé un trapo húmedo por la zona acordonada para que sobresaliese el color náutico.
Para rematar un par de finas caspas de cera incolora aplicadas con un trapo de algodón.
|
Detalle del azul náutico bajo del color lino |
Pues ya estaban pintados! ahora solo quedaba poner la malla. Y aquí vino donde la fastidié. Veréis al poner la malla con las grapas por detrás, se saltó la pintura en algunos puntos, e incluso se cayeron trocitos de madera. No sé si fue por el estado de la madera, pero creo que las grapas, a pesar de que las compré cortitas, no eran lo suficiente...
|
Aquí podéis ver cómo se rompió el marco al poner las grapas |
Pero bueno para la próxima vez, buscaré grapas mas cortas, a ver si encuentro, y también pondré la malla en primer lugar, así al menos, si tengo que reconstruir el marco con los trocitos (como hice en esta ocasión), al menos podré pintar encima y creo que quedará mas disimulado.
A pesar de todo, estoy muy contenta con mi marco, me parece precioso, y aunque a Carlos no le gustase el amarillo tostado cuando lo compré, a mi me parece que le da un toque muy alegre, ¿qué opináis vosotros?
Y una vez terminado, a decorarlo con cosas bonitas!
En otra entrada os enseñaré el otro marco. Un saludo!